Los adultos solemos
pensar que los niños son sólo criaturas inocentes que no son capaces de
entender lo que pasa a su alrededor pero, como siempre, nos equivocamos. Si tan
sólo pudiéramos aprender de los niños todo lo que tienen para enseñarnos...
Solamente basta con pasar algunas horas con uno para aprender sobre valentía,
amor, felicidad, fuerza, pasión... Ellos tienen la clave para alcanzar todas
esas cosas que perdemos al convertirnos en adultos. Tienen esas pequeñas cosas
que nos faltan como sociedad para poder crecer.
Solamente deténganse un
minuto para pensar: "¿Qué sería de nuestro futuro si todos fuéramos lo
suficientemente valientes como para enfrentarnos a las injusticias que nos
rodean en el presente? ¿Cómo sería esta sociedad si en vez de estar nutrida por
odio lo estuviera de amor? ¿Qué podemos dejarle a los niños si no sabemos
transmitirles la felicidad?"
Hoy en día a los niños lo
único que les transmite la sociedad son problemas de grandes, ¿cómo un chico
puede ser feliz si no le permitimos disfrutar de su infancia? La niñez es para
jugar, disfrutar, descubrir lo que nos gusta y lo que no, para creer que
podemos ser cualquier cosa que queramos y hacer lo necesario para serlo en un
futuro, para definir nuestra identidad y formarnos como personas. Pero el
futuro de los niños depende del mundo en el que vivan y hoy en día ese mundo
está contaminado, y no sólo las aguas o el aire; está contaminado en su gente,
gente que perdió por completo el interés de vivir en un lugar mejor. Ya nadie
se preocupa por enseñar valores a los niños, al contrario, cada día más gente
se ocupa de hacerles creer a ellos que esas cosas no sirven.
¿Cómo le explicas a un
chico que vive en la calle pidiendo monedas o que tiene que salir a trabajar
desde pequeño que la niñez está hecha para disfrutarla? ¿Cómo esperamos que
algún día puedan tener un futuro si no les damos las oportunidades necesarias?
¿Cuándo vamos a darnos cuenta que los niños nos necesitan y debemos ayudarlos HOY
para que haya un MAÑANA?
Ayudemos a los niños del presente
a ser grandes personas en el futuro y nuestro paso por este mundo habrá
tenido sentido, porque el mejor medio para hacer buenos a los niños, es
hacerlos felices y el que haya tenido la oportunidad de hacer feliz a un chico
sabe que aunque ellos no tengan mucho para devolverte, basta con una sonrisa
(de esas que nos dan más fuerzas para seguir ayudando), un dibujo, una pregunta
simple: "¿No se quedan a jugar un rato más?. Es tan gratificante y tan
sencillo ayudarlos, a veces basta con un abrazo y un poco de compañía, otras necesitan un poco más: un plato de comida,
afecto, palabras de aliento, abrigo... Pero lo fundamental para hacer feliz a
un niño es darle AMOR y COMPRENSIÓN. Y lo fundamental para que un
adulto sea bueno y feliz es recordarle que alguna vez FUE UN NIÑO.
Aimará Rodriguez Bossio
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