El compromiso social es esa
obligación que tomamos para con todos aquellos que se encuentran a nuestro
alrededor. Es una labor social en la que invertimos tiempo, dinero, ideas,
ganas en un proyecto destinado a cumplir las necesidades de la sociedad.
Una persona está realmente
comprometida con un proyecto cuando hace todo por alcanzar su meta y se empeña
al máximo en su trabajo poniendo todas sus capacidades para conseguir llevarlo
a cabo, aunque eso implique dejar de hacer cosas para uno mismo.
El tiempo es algo divino, es lo
más preciado que tenemos y una vez que se va no vuelve más, pero… ¿no es más
valioso compartirlo con alguien que lo necesite en vez de malgastarlo en mí
mismo? ¿Cómo puedo comprometerme con cualquier cosa si no puedo ni siquiera prestar
mi tiempo, si soy egoísta?
Comprometerse socialmente es
darse por completo, es saber que sí se puede cambiar, es ser consciente de que
por más que mis acciones sean pequeñas van a valer la pena si logran cambiarle
la vida, la semana o el día a una persona.
No es necesario hacer una movida
mundial, ni gastar millones de dólares, ni dejar mis estudios o mi trabajo para
comprometerme con algo. A veces puede bastar con una sonrisa, con una mirada,
con una iniciativa. Lo principal es proponérselo, es quererlo, es salir todos
los días a buscar ese cambio convencido de que puedo lograrlo.
Necesitamos darnos cuenta del
potencial que tenemos como sociedad para hacer MUCHISIMO más. ¡Dejar de esperar
que los otros nos empujen y empezar a movernos por nosotros mismos! Cuando
empezamos a comprometernos y a tirar de esa soga del bien, de la lucha, de las
posibilidades es cuando nos damos cuenta de que no tendría que existir nada más
en el mundo, que no hay nada más satisfactorio que la risa de un chico que
puede estar jugando en vez de estar pidiendo monedas en la calle; que la
sonrisa de una persona que va a poder comer después de días, que va a tener
algo con qué abrigarse en el invierno…
Por suerte, en Rosario en Acc!ón
podemos ver a muchos jóvenes comprometerse a más, a MUCHO MÁS. Esta reflexión
es dedicada a ellos, a los que todos los días SUEÑAN con hacer un CAMBIO pero
que no se quedan sólo en el sueño sino que HACEN ALGO para CONSEGUIRLO. Nuestras acciones nos definen por eso
decidimos dejar de ser la “juventud perdida” para ser la “JUVENTUD COMPROMETIDA”.
Ojalá cada día seamos más los que
soñamos por una sociedad mejor, mientras tanto nosotros seguiremos LUCHANDO por conseguirla…
Aimará Rodriguez Bossio
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