sábado, 13 de abril de 2013

"Si sueñas corres el riesgo de que tus sueños se cumplan"

Es verdad que el líder tiene que actuar. Pero para llegar a la acción, debe primero tener un objetivo que lo motive a hacerlo.
Los sueños (aquellos que se desean con el alma y que realmente nos mueven), son la catapulta que nos lanza a cambiar la realidad. Un líder debe ser, por sobre todo, soñador, y a veces (siempre) debe soñar alto. Soñar para todos, no para él mismo. A veces por los ideales que nos planteamos la gente que nos rodea, se ríe, o no nos toma en serio, cree en la imposibilidad más que en la posibilidad. Ante esto, decimos ¿qué importa? Yo sé quién soy, lo que puedo hacer, y estoy seguro que voy a cumplir mi sueño, o al menos voy a luchar con todas las fuerzas para conseguirlo. Lo que pasa es que la gente perdió las ganas de soñar y las esperanzas de que el mundo pueda cambiar. Es ahí donde entrás vos a demostrarles lo contrario. Hay que inspirar a los demás, a partir de nuestros sueños, a que sueñen. "Nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo. Si tienes un sueño debes protegerlo. Si alguien no puede hacer algo te dirá que tú tampoco puedes. Si quieres algo ve tras ello". 
Muy lindo soñar, muy lindos los sueños, pero ¿trabajamos por su realización? Lo que hacemos todos los días debe estar orientado a poder cumplir ese sueño, esa meta. La pregunta que tenés que hacerte es ¿qué hacés en tu semana en miras a tu sueño? ¿te planteás objetivos que colaboren al camino hacia el objetivo final, o te ocupás de cosas que no hacen al cambio?
Recordá que sos él (o la) único (o única) que decide qué hacer con su tiempo. Vos solo sabes si algo vale la pena o no en tu vida. Cuando algo no reclame entrega, sudor y sacrificio, muy probablemente no valga la pena. 
Para terminar, quisiera dejarte una frase más: "Hay que dejar de hacer para empezar a hacer". Para realizar los sueños hay que trabajar, invertir el tiempo en algo que nos lleve a eso. Ya lo sabemos. Como somos jóvenes, muchos de nosotros tenemos un montón de actividades todos los días. Deportes, idiomas, música, teatro, y todo lo demás. Es difícil a veces ceder a un día de entrenamiento o de inglés para algo tan importante como la realización de un sueño, pero si nos ponemos a pensar, después de todo lo que se dijo, si ese sueño vale realmente la pena...¿estamos dispuestos a dejar algo para hacer algo más? ¿Nos animamos a cumplir nuestros sueños? 




Jimena Rosales

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