jueves, 30 de junio de 2016

Nuestra Patria, nuestro legado

“Me hierve la sangre, al observar tanto obstáculo, tantas dificultades que se vencerían rápidamente si hubiera un poco de interés por La Patria.” Dijo alguna vez Manuel Belgrano.
¿Qué interés sobre la Patria podríamos tener si no sabemos qué es?

La Patria es el don que se nos ha conferido por el simple hecho de haber nacido en estas tierras. Es el regalo de esos héroes que dieron sus vidas por estas. 

Héroes que no se rindieron, los que no lucharon solo con su cuerpo, si no con el corazón. Porque entendieron el amor por la Argentina, por el país en el que vivían. Por los argentinos de su día a día y por los que en el futuro vendrían.

Destaquemos al anteriormente nombrado, Manuel Belgrano, este abogado que participó en la Revolución de mayo, creador de nuestra hermosísima celeste y blanca, la bandera. Y además importante jefe revolucionario. 

No nos olvidemos tampoco de Don José de San Martín, el cual puso su vida al servicio de la Independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Al cual se le encomienda la creación del Regimiento de Granaderos a Caballo, el cual hoy lleva su nombre, que logró el triunfo en el Combate de San Lorenzo. 

Pero hablemos de héroes más cercanos, los caídos en Malvinas. Julio Cao, profesor de literatura de varias escuelas primarias del Oeste del Gran Buenos Aires, se despedía de su madre la mañana del 12 de abril de 1982 mientras le decía  "No puedo ser tan cobarde, mamá. No va a pasar nada. Voy a volver y voy a contar la verdadera historia de Malvinas" pues viajaría de forma voluntaria a las Islas Malvinas para defender a su patria.


Su madre, Delmira Cao cuenta "Me sacó a la puerta y me hizo ver los camiones que iban a Malvinas para que entendiera su amor a la patria". Ella misma se opuso a que su hijo acudiera a la guerra de Malvinas desde el primer momento. "De todos modos, él me respondía: '¿Cómo me vas a pedir que no vaya? Soy docente y enseño a defender a la patria. Si me quedo acá, ¿Qué ejemplo voy a dar?'. “Desde chico tenía inculcados los símbolos patrios. De hecho, San Martín y Belgrano eran sus héroes.”

La participación de Julio Cao en Malvinas finalizó de manera abrupta el 10 de junio, cuando murió tras recibir un proyectil en su espalda durante un combate en Monte Longdon.
Estos como otros tantos grandes héroes son los que nos inspiran todos los días, que nos demuestran que el humilde revela grandeza. 

Y nos dejaron como legado amar nuestra Patria, nuestro regalo, nuestras tierras, nuestros colores. La patria la hacemos entre todos, es la suma del esfuerzo de todos. 
La medida del amor, es amar sin medida dijo San Agustín. Amemos sin medida, con ese amor de condolencia que nos caracteriza.
Estemos orgullosos de ser argentinos.


Victoria Czernec
Alumna ECO 2016

domingo, 12 de junio de 2016

"Ser feliz es saber de mí mismo"


El viernes pasado vino a hablar un ex piloto de la Fuerza Aérea, quien se sirvió de una analogía del mundo de Tolkien para desarrollar el tema.

Comenzó la charla hablando sobre las problemáticas que enfrentamos hoy en día como sociedad y de origen que tiene esas problemáticas, que vendría a ser el hombre mismo. El disertante hablo de distintos problemas en todo el mundo y llegamos a la conclusión que lo único que tienen en común es al hombre, así que los problemas surgirían del hombre hacia otros hombres.

En lo que se refiere a las problemáticas sociales actuales hizo especial hincapié en la insensibilidad social que se ha generado producto de la velocidad a la que vivimos, y por ende a la que nos vemos forzados a procesar la información que se nos proporciona.

Ya más en detalle habló sobre las diferencias entre un profesional bueno y un profesional exitoso, aunque también sea aplicable a las personas como personas por sí mismas. Esta diferencia es en esencia si vos sos amo de las riquezas y el poder o si por el contrario estas cosas te controlan a vos.

Siguiendo, hablo sobre la necesidad de tener un faro. Algo que te guie en los momentos en los que la tentación es demasiado fuerte, una especie de refuerzo a tus valores. A ese respecto también hablo sobre la necesidad de impulsar el cambio desde donde estamos nosotros, porque digamos que uno de nosotros llega a ser presidente de la nación, si a esta persona nunca se preocupo por impulsar el cambio no va a empezar solamente por ser presidente.

Para finalizar dijo que ser feliz es saber de mí mismo y que el bien y la felicidad deberían ir de la mano.

Después de la charla, dimos comienzo al taller de oratoria, durante el cual recibimos unos cuantos consejos básicos. Por ejemplo: mirar al público en general, que estar nervioso es normal, que hay que dirigirse siempre con respeto, que hay que saber a quienes me estoy dirigiendo y evitar las muletillas.

Más específicamente, en lo referente al discurso en general hay que hacer una investigación previa,  seria y vasta. Hay que tener una idea central clara y hay que ordenar el mensaje de manera tal que este llegue de manera clara, veraz y convincente. Además de que hay que adecuar el discurso al público, al nivel cultural, al grado de conocimiento del auditorio sobre el tema y al tiempo del que se dispone.  Sobre el contenido del discurso se dijo que algunos recursos válidos son la experiencia personal, la familiaridad que tiene uno con el tema, la personificación y en pocas palabras llegar de la razón al corazón.

En lo que se refiere a las partes del discurso, se hablo de la “vaquita de la memoria” (eh?) y estas partes son cuatro: el impacto, una manera de captar la atención del auditorio; el puente, como conectar el impacto con el contenido del discurso; el desarrollo, el discurso en sí; la conclusión, lo que queremos que la gente se lleve del discurso sí o sí; y que todo esto debe estar sobre pilares firmes, es decir, un objetivo que tenemos que tener en claro desde antes de que empecemos a planear el discurso. Sobre la conclusión, además, establecimos que podemos terminar con una frase célebre, una idea propia, una pregunta abierta, una recomendación o exhortación, o un resumen.

Además, se planteo la necesidad de ser flexible y no depender siempre de las “mismas hojas amarillas y gastadas”, disponer de cierta agilidad mental y capacidad de improvisación. Se planteo la necesidad de encontrar un equilibrio entre la preparación y la espontaneidad. Y se recalco la importancia de la vocalización, la modulación y el correcto timbre y tono de voz.

Para finalizar el taller hicimos un ejercicio en el cual se nos pedía que vendiéramos algo (un edificio, un centro comercial y un carrito de chorigol “El Dante”) agregándole distintos productos y servicios  medida que se nos iban presentando en forma de imágenes (total de 9, sin contar lo que se iba a vender y el cartel de muchas gracias). Las imágenes cambiaban con bastante velocidad y lo que me parece a mí que se buscaba era ver que tan bien se nos daba improvisar.

Para finalizar la jornada, se dijeron los distintos proyectos sobre los que habíamos pensado, aunque no entramos muy en detalle sobre casi ninguno y la mayoría ya se quería ir y no prestaba mucha atención a esa altura del partido. Nos dividieron en grupos y armamos los grupos de Whatsapp.

Laura Trotta
Alumna ECO 2016