¿Acaso habrá sido fácil recorrer ese trayecto, desde Argentina hasta Chile; desde la planeación a la acción... desde el sueño hasta la realidad?
Pero... ¿qué pasaría si la meta fuera fácil de conseguir? No haría falta un San Martín, ni ningún otro general que lidere.
Es allí donde nuestro potencial se manifiesta con su máximo brillo. Es en el camino complicado, con obstáculos, donde lideramos realmente.
Hoy debemos adaptar las actitudes de los arquetipos que se nos presentan, a nuestra generación. No tenemos que luchar con armas, pero sí con nuestras acciones. Es con la esperanza, la alegría, la dedicación, la constancia, el idealismo, y con la pasión, que vamos a lograr conseguir nuestro objetivo.
Conquistar una generación no es fácil, tampoco lo habrá sido en su entonces, liberar un país del dominio extranjero. Pero... ¿por qué no intentarlo? El ideal está en nosotros, el obstáculo que se interpone en nuestro camino para lograrlo y la manera de superarlo también.
Nuestro ideal es conquistar nuestra generación, ser cada vez una Argentina mejor. Y manteniendo siempre la mirada en el cielo y los pies sobre la tierra, seguro lo conseguiremos.
Conquistar una generación no es fácil, tampoco lo habrá sido en su entonces, liberar un país del dominio extranjero. Pero... ¿por qué no intentarlo? El ideal está en nosotros, el obstáculo que se interpone en nuestro camino para lograrlo y la manera de superarlo también.
Nuestro ideal es conquistar nuestra generación, ser cada vez una Argentina mejor. Y manteniendo siempre la mirada en el cielo y los pies sobre la tierra, seguro lo conseguiremos.